8 de noviembre:
Poco se sabe del papel de las mujeres sonaeñas en los hechos históricos de noviembre de 1903, por lo que este año se efectuarán varias actividades en el distrito de Soná para conmemorar la gesta patriótica que inició un grupo de mujeres del lugar.
Debido a que en 1903 los medios de comunicación no estaban muy desarrollados, la noticia de la separación se fue corriendo de ‘‘voz en voz’’ hacia los diversos pueblos y ciudades del interior, y poco a poco estos fueron proclamando su adhesión como nación libre y soberana, explicó Alexis De Gracia, profesor de filosofía e historia del colegio José B. Alvarado de Soná.
A Soná llegaron ciertas noticias de los movimientos de separación de Colombia. Sin embargo, el 7 de noviembre todos los hombres que vivían en este pueblo decidieron viajar a Santiago para confirmar la noticia.
Ante esta situación, las damas sonaeñas quedaron solas en espera de cualquier movimiento o hecho que las motivara a hacer su proclamación oficial.
En Santiago, al conocerse la noticia de la Separación, todos los caballeros de Soná fueron invitados a reunirse en un Consejo Municipal en Santiago, en donde firmaron un acta con la participación de autoridades municipales, concejales y ciudadanos en general.
Al regresar a Soná, el Consejo Municipal de Soná emitió la Resolución No.3 del 9 de noviembre de 1903 en la que establece que, en uso de sus facultades y considerando: ‘‘Que el movimiento ejecutivo en la ciudad de Panamá el día 3 de los corrientes proclamando la Independencia del Istmo es un hecho laudable desde todo punto de vista’’.
El documento en su parte resolutiva indica: ‘‘Adherirse con entusiasmo y denuedo espontáneo al movimiento efectuado en la ciudad de Panamá y saludar respetuosamente a las autoridades que hoy forman el Gobierno de la nueva República’’.
La resolución está firmada en Soná, el 9 de noviembre de 1903. Entre los que firman está Ezequiel Abadía, F. Ortíz, Evaristo Dutary, Dionisio Sossa, Casimiro Bal, Demetrio Dutary, Ezequiel Calviño, Julio Ramírez, Milciades Calviño, Blas Araúz, Arturo Martinelli, Arquimedes Arosemena, Arcesio Grajales.
Además los miembros del Consejo Municipal de aquella época: José Calviño, presidente del Concejo; Gustavo Bal, tesorero; Abel Grajales, vicepresidente; y Aníbal Arosemena, vocal.
LA INICIATIVA DE LA MUJER SOANEÑA
Por su parte, las damas que se quedaron en Soná y entusiasmadas por la separación decidieron –antes de que llegaran sus esposos de Santiago– de una forma patriótica, manifestar su respaldo al movimiento separatista y sucribieron el 8 de noviembre un acta de adhesión al movimiento independentista que firmaron más de 71 mujeres, e hicieron llegar a las autoridades de aquella época.
Este documento reposa en los Archivos Nacionales y una copia actualmente se exhíbe en la casa parroquial de Soná, como una de las reliquias más valiosas de la gesta separatista iniciada por la mujer sonaeña.
Una copia del acta fue enviada al Ministerio de la Gobernación en la ciudad de Panamá, y decía lo siguiente: ‘‘Aunadas de los mismos patrióticos sentimientos que nuestros padres, esposos y hermanos, hemos acordado enviar por vuestro honorable órgano nuestras más cordiales felicitaciones a los eminentes ciudadanos que hoy rigen los destinos de la naciente República, como un voto de aplauso por la labor que acaban de efectuar transformando de modo fundamental la carta geográfica y política de Colombia y exhibiendo ante el mundo civilizado la mayor de las creaciones del cerebro humano’’.
De Gracia señala que esto es un hecho relevante ya que ‘‘es una de las primeras manifestaciones de la mujer en la vida Republicana, hoy elevada a su máxima expresión, cuando una mujer rige los destinos de la nación panameña’’.
El docente explicó que la Guerra de Los Mil Días había deteriorado la economía; había miedos y resentimientos, así como la amenaza de nuevos enfrentamientos con Colombia, por lo que había mucha intranquilidad e incertidumbre.
‘‘Lo sucedido en Soná se puede registrar como un hecho único en toda la República, ya que como es sabido en ese periodo las mujeres no gozaban de derechos políticos, no tenían derecho a voto y no tenían ningún tipo de participación política’’, explicó.
Además, para honrar su memoria y declarar su agradecimiento a las sonaeñas próceres, se les ha dedicado un poema que dice: ‘‘Nacidas en este pueblo, lejos de toda civilización. Sólo tenemos corazón para sentir, inmarcesibles laureles para ceñir, vuestras sienes. Flores para ofrendar el altar de la Patria, y valor para sustentar, vuestra titánica obra...’’.
Según De Gracia, la aspiración del pueblo de Soná es que sea declarada ‘‘Ciudad Benemérita de la Patria’’, por la valiosa contribución que dio al país.
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